LA PSICOSIS INFANTIL
LA PSICOSIS INFANTIL
La psicosis adulta y la psicosis infantil son diferentes en sí. En los adultos se suele presentar en diversas formas clínicas, como esquizofrenia,
alteraciones del pensamiento, o como antiguamente decían: psicosis
maníaca – depresiva (sin confundir con trastorno bipolar).
La psicosis infantil suele presentarse en autismo. Hay autores que lo consideran sinónimos, y otros que no, porque el autismo
se da habitualmente desde el nacimiento y la psicosis se puede
desarrollar de forma más tardía. Además que en la psicosis infantil no
existen delirios y alucinaciones ya que para esto se necesita un cierto nivel de desarrollo que no poseen los niños. Desde unComo.com te queremos orientar a que entiendas mejor cómo se presenta la psicosis en la infancia.
¿Cómo se presenta en la infancia la psicosis?
- La psicosis
que se presenta en la infancia de forma precoz (antes de los seis
años), suele reflejarse como: Autismo, trastorno de Asperger, trastorno de Rett, trastorno desintegrativo infantil y trastorno profundo del desarrollo (TGD)
- La psicosis
que se presenta en la infancia más tardía (de 6 a 12 años), suele
presentarse como: psicosis tardías 5- 6 años, psicosis de los 10-11
años, psicosis con delirios encapsulados.
¿Con qué síntomas aparece la psicosis en la primera infancia?
- Durante el primer año de vida,
los padres describen a sus hijos como bebés “fáciles”, que no lloran,
que no distorsionan, que no muestran interés por la figura adulta y que
se muestran felices cuando están solos. Ausencia de sonrisa y ausencia
de ansiedad ante extraños (presentándose como autismo).
- Durante el segundo y el tercer año de vida no presentan contacto con el entorno, tampoco con la madre, que se siente como si no la reconociera su hijo. La mirada
del pequeño es “vacía”, como ausente. El adulto se puede sentir
vigilado, como si su hijo le mirara de reojo. El niño utiliza los
objetos con manipulaciones repetitivas y estereotipias. Las figuras
humanas pueden desencadenar agresividad y las rompe. Puede aparecer el
síntoma del cubo que quema (toca un objeto y retira la mano
rápidamente). No presenta relaciones con otros niños, igual que con el
adulto, solo los manipula como si fueran objetos. Es indiferente al
juego. Potenciar la relación entre iguales puede ocasionar crisis
violentas. No echa los brazos (presentándose como autismo).
Síntomas durante el desarrollo
- Conductas motoras. Gestualidad poco habitual para la edad, comportamientos motores específicos como las estereotipias (movimientos repetitivos),
inestabilidad con mucha agitación en el movimiento (subirse en mesas o
sillas por ejemplo), torpeza gestual. No hay ajuste postural.
- Trastornos intelectuales. No siempre tiene que estar acompañado de retraso mental.
- Trastornos del lenguaje.
Puede darse total ausencia del lenguaje o retrasarse su aparición
aunque habitualmente es poco comprensible (autismo). Canturreo,
distorsiones en el lenguaje, estereotipias verbales, cuando hay un
lenguaje satisfactorio pueden haber regresiones en el habla. Lenguaje
retrasado o particular. Da la sensación que está sordo. En todas las
ocasiones el lenguaje no suele ser con una función comunicativa aunque
en ocasiones, el niño psicótico, puede obedecer a órdenes sencillas.
- Afectividad. Variaciones
rápidas del humor, angustia aguda, ansiedad, crisis de risa,
intolerancia a la frustración, crisis agresivas. Resistencia al cambio.
- Conductas mentalizadas. Rituales, rara vez delirios normalmente asociados al cuerpo o temas ambientales.
Otros trastornos asociados
- Trastornos del sueño
- Trastornos alimenticios
- Trastornos esfinterianos (enuresis por ejemplo)
- Posibles epilepsias
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