EL DIAGNOSTICO PSICOLÓGICO
El vocablo griego
"diagnostikós" (diagnòsis:conocimiento) es la "(...)
determinación de una enfermedad por los signos propios" y luego "que
sirve para reconocer".
Esta definición de
uso cotidiano interesa particularmente, ya que remite mas directamente a la
etimología: conocer a través, volver a conocer, re-conocer, y no necesariamente
patología, sino una configuración producto de un conjunto semiótico que se transforma
en dato a la mirada del experto.
Esta mirada y
estos datos, no son una obra acabada que cierre, sino solo un borrador, un
bosquejo operativo que abre un proceso de acciones técnicas asentadas en una
necesaria pertinencia que garantice rigor de método y discurso.
Así visto, más
allá de una pretensión científica y de una necesidad praxiológica, el
diagnostico en psicología se muestra como un imperativo ético, toda vez que
debemos tener claro el problema que requiere nuestra atención profesional, para
saber que y como intervenir ante el consultante, diseñar un plan de trabajo
coherente y razonable (no siempre esto implica iniciar una terapia) y anticipar
algunos límites posibles en el camino que habrá de transitarse.
El Diagnostico
Psicológico es un proceso de investigación específico y pertinente al perfil y
quehacer del profesional Psicólogo, con objetivos y finalidades delimitadas así
como coordenadas diferenciadas.
Dos Aspectos del diagnóstico
psicológico
Puntualicemos dos
aspectos que deben diferenciarse:
a) el DP entendido
como un estudio técnico, acotado a una serie de entrevistas con un conjunto de
instrumentos adaptados al tipo de estudio (entrevista clínica, cuestionario
anamnésico, pruebas psicométricas y proyectivas, recopilación de datos, pedido
de informe escolar o laboral, entrevistas con familiares, etc.) y el informe
diagnóstico a quien lo haya solicitado
b) el DP como
parte de un proceso terapéutico, punto de partida necesario para seleccionar el
tipo de tratamiento adecuado, mi idoneidad técnica para abordar un tipo
especifica de cuadro, mi entrenamiento en las técnicas y el enfoque
psicoterapico elegido, mis recursos generales, las posibles interconsultas, la
necesidad o no de incluir a la familia por el grado de mutua dependencia,
evaluación de la situación familiar y socio-laboral del entrevistado y su
futura posible incidencia del tipo de terapia elegida.
La implicación del psicólogo
en este proceso es fundamental ya que:
.- es el encargado
de orientar y encauzar la investigación que tendrá como efecto producir un
saber y generar hipótesis sobre el dinamismo y la estructura psicológica de un
sujeto.
.- sostiene una
postura ética respecto a su lugar, función y responsabilidad por su acto,
así como una
postura epistemológica frente al Diagnostico.
Las Técnicas de Diagnóstico
Psicológico son instrumentos
validados que el Psicólogo utiliza como medios a los fines de los objetivos
descritos. En esta asignatura se tratara sobre Técnicas aplicadas al
Diagnostico individual, particularmente algunas Técnicas Proyectivas de
Diagnostico.
El desarrollo de
estos temas se articulara a cuestiones actuales relativas al Diagnóstico.
El Diagnóstico
Psicológico (o psicodiagnóstico) consiste en unas entrevistas y tests para
poder conocer mejor la psicología y la personalidad del paciente, con una
orientación a detectar los puntos que necesitan ser trabajados para mejorar el
bienestar del paciente o para conseguir algún objetivo que el mismo desee alcanzar.
El diagnóstico psicológico o
psicodiagnóstico es un proceso, que tiene diversos objetivos y etapas:
1. Objetivos
del diagnóstico psicológico:
Lograr un
acercamiento al paciente.
Tener una visión
más dinámica del paciente, comprendiendo e integrando los elementos parciales
de éste. Describir al paciente, en algún aspecto específico (como por ejemplo
su capacidad intelectual, personalidad, habilidades específicas, etcétera) o en
su totalidad, de acuerdo a un propósito inicial (como la definición de adecuación
a un cargo en caso de selección de personal, diagnóstico clínico diferencial,
entrega de información con fines pedagógicos, etcétera).
Servir de base
para la realización de un tratamiento psicológico.
2. Etapas
del diagnóstico psicológico
a.
Contacto inicial: Que puede ocurrir incluso
antes de que el paciente acuda a la consulta (por ejemplo, de forma
telefónica). Indica quién pide la consulta y a quién tiene que responder el
psicodiagnóstico.
b.
Entrevista inicial: permite obtener el motivo de
consulta (manifiesto y latente), el rapport (relación entre entrevistador y
entrevistado) y realizar la planificación de la evaluación, es decir, qué
pruebas o tests se van a aplicar al paciente y en qué orden. Esto último es importante,
ya que hay distintas evaluaciones para distintas áreas a evaluar. La confección
de la batería de tests a aplicar a una persona determinada debe realizarse de
acuerdo a lo que se necesita saber de él, lo que va a estar estrechamente
ligado a su motivo de consulta. También influye en esto la edad del paciente y
el tiempo del que se dispone para realizar el proceso de psicodiagnóstico.
c.
Aplicación de la evaluación: administración de tests y
otras herramientas diagnósticas.
d.
Cierre del proceso y devolución
de la información: Consiste en una
explicación estratégica de lo que se encontró en el proceso de evaluación,
limitándose a mencionar aquellos aspectos que son de utilidad para el proceso
terapéutico. En Psicodiagnóstico Infantil, siempre se debe incluir al niño en
la devolución, lo que obliga al psicólogo a adaptar su lenguaje para poder ser
comprendido por el mismo. Este proceso de devolución implica la generación de
insight y el manejo de la ansiedad del cliente.
e.
Análisis de los resultados: Confección y entrega del
Informe Psicológico: dirigido al solicitante del proceso de Psicodiagnóstico.
3.
¿Qué es un informe
psicológico?
El informe
psicológico es un informe escrito que expone verbalmente los resultados de un
proceso de diagnóstico psicológico o psicodiagnóstico y que generalmente va
dirigido al solicitante del mismo (paciente, referente familiar, médico
especialista tratante, psicólogo tratante, encargado de selección de personal
de una empresa, profesor jefe, etcétera).
En él se incluyen los
siguientes datos:
1.
Datos de
Identificación
2.
Motivo de consulta
3.
Anamnesis
(composición familiar – tipo y modo de familia – familiográma)
4.
Antecedentes
relevantes (describir la situación encontrada)
5.
Exploración del
estado Mental
6.
Pruebas Aplicadas
y Psicodiagnóstico
7.
Conducta durante
el Examen
8.
Conclusiones –
Diagnostico
9.
Plan de
Intervención (individual, familiar, y/o Institucional)
Manejo ético de los resultados
Es necesario reconocer la gran
responsabilidad del psicólogo al realizar funciones de
evaluación y psicodiagnóstico,
por lo que al tener y manejar información del paciente, se
debe regir por una serie de
principios éticos que aseguren el buen manejo de los datos
sobre la persona evaluada.
1) Respeto a la dignidad
humana: Este principio tiene que ver con la autonomía de las
personas. Por lo que antes de
aplicar cualquier prueba a la persona que solicita una
evaluación psicológica, debe
estar debidamente informada sobre las aplicaciones y
la tarea que se va a llevar a
cabo; en el caso de los niños, el profesional debe juzgar si
el niño cuenta con los
requerimientos de compresión y conocimiento para ser
informado (consentimiento
informado). Los informes deben contener únicamente los
datos de la vida privada del
paciente que sean pertinentes, se deben proteger las
notas y registro que se
obtienen de la evaluación psicológica. No se debe degradar la
integridad de los pacientes ni
proporcionar informes a los que abusan de los
derechos humanos
(Confidencialidad). El profesional debe asumir la
responsabilidad de supervisar
su trabajo cuando es estudiante y también en caso de
duda (debido al poder que en
esa circunstancia tiene su palabra).
2) Tratamiento humano y
responsable: El principio de no dañar, es básico en nuestra
profesión, por lo que se debe
cuidar sobremanera que los datos registrados obtenidos
en el informe no dañen al
paciente. Se debe ser discreto con la información que se
proporciona y en caso de
error, corregir las consecuencias de acciones dañinas. El
psicólogo debe siempre asumir
su responsabilidad y no delegar a personas
incompetentes su trabajo. El
psicólogo debe interpretar las pruebas únicamente en el
contexto de vida del paciente,
lo que implica que siempre debe haber un contacto
entre el profesional que
interpreta las pruebas y la persona que es evaluada; en
ningún caso se interpreta en
términos técnicos, sin considerar el contexto.
3) Integridad profesional: El
profesional debe reconocer sus deficiencias, por esto está
obligado a solicitar asesoría
en casos difíciles. La persona que realiza el
psicodiagnóstico debe ser
competente y no recurrir al engaño en el servicio que ofrece.
Si es estudiante, debe
informar que el trabajo clínico será siempre supervisado.
4) Responsabilidad social: La
Psicología tiene una fuerte responsabilidad social, por lo
que el profesional tienen que
asegurarse que toda intervención sea ética y mantener
siempre altos estándares
profesionales; esto es, estar en capacitación y supervisión
continua, así como mantener
informado de los últimos avances sobre el tema. Nunca
debe permitir que se abuse de
los resultados obtenidos de las pruebas psicológicas.
Es necesario devolver los
resultados a las persona que solicitan la evaluación (así
como al niño, si a este se le
realiza la evaluación), por lo que es necesario redactar un
informe psicológico. El
profesional debe conservar un archivo completo de cada uno
de sus pacientes, por lo menos
6 meses.
Aspectos a considerar sobre la
formación profesional del Psicólogo y su
relevancia en la evaluación
psicológica y en la elaboración del informe
Debido a que el diagnóstico
psicológico tiene consecuencias trascendentales para la vida
de las personas, y que esta
responsabilidad recae en el profesional es imprescindible que el
profesional dedicado a esta
labor cumpla con una serie de criterios básicos:
n Tener un conocimiento
profundo y manejo adecuado de las técnicas empleadas en
la evaluación psicológica, ya
que el carecer de esta información básica traerá como
consecuencia que muchos de los
datos sean distorsionados en la interpretación. Por
otra parte, la falta de
experiencia en el manejo de alguna técnica, proporciona datos
poco confiables, que
difícilmente podrían servir de base para el conocimiento de la
persona.
n Contar con los conocimiento
del marco teórico en que se basan las técnicas
empleadas, dado que es el
conocimiento de estas bases teóricas el que permitirá
ubicar los datos dentro de un
enfoque específico, permitiendo su organización e
integración en un nivel
confiable y válido.
n Mantener un comportamiento
ético hacia la persona evaluada. Las técnicas
psicológicas pueden
proporcionar información profunda y compleja acerca de la
persona evaluada y el manejo
de esta información desde su obtención hasta su
reporte, debe quedar enmarcado
dentro del más exigente sentido ético, presente en
los principios éticos
previamente citados.
Ser objetivo al realizar la
evaluación. Aquí se da un gran énfasis a la participación
objetiva del examinador
durante la aplicación de las técnicas y al organizar e
integrar los datos. Al igual
que el paciente evaluado, el psicólogo es una persona en
la que obviamente existe una
estructura dinámica de sus características
psicológicas, lo que muy
frecuentemente provoca que, tanto el registro de los datos,
como la observación que se
hace del sujeto y la interpretación que se asigna a
alguna de sus respuestas, se
vean contaminados por ciertos aspectos del enfoque y
valoración subjetiva del
examinador, por tanto se sugiere que exista una
supervisión profesional
durante el proceso psicodiagnóstico.
n La experiencia personal y
profesional del psicólogo que incide evidentemente, en el
juicio clínico, reflejado en
una mayor habilidad interpretativa y una mejor
integración del material, así
como en la adecuada discriminación de los aspectos
latentes y la conducta
manifiesta del entrevistador. La apertura que tenga el clínico a
su propia y discriminada
experiencia interna, su capacidad empática, al manejo de
la transferencia y a su
sensibilidad para captar indicios, son factores relevantes para
hacer juicios acertados.
Además de estas
características se agregan las diferencias de estilo cognitivo y
las estrategias o modos
estables de procesar la información. Su eficacia en la
toma de decisiones constituye
el sello distintivo de la evaluación clínica y
psicodiagnóstica.
Redactar un informe y
comunicar los resultados obtenidos implica disponer de
capacidades y habilidades
suficientes no solo para analizar, sintetizar e integrar los datos
relevantes recabados en la
información previamente obtenida, sino poner en juego las
habilidades de comunicación
necesarias para que el proceso de información se cumpla; es
decir, que se dé un
intercambio significativo de información entre informante e informado,
entre evaluador y evaluado.
Intercambio de comunicación que será puesto a beneficio del
consultante al ofrecerle
alternativas de solución a la demanda inicial.